Mi cuerpo sin culpa
Tengo 38 años, definitivamente no luzco como cuando tenía 20, pero sucede que cuando tenía 20 cubría los estándares sociales de belleza, a veces me gustaría regresar a los 20.
Emanciparme del sistema de belleza o por lo menos intentarlo ha sido toda una proeza, me parece de las más duras.
¿Se imaginan crecer creyendo que para ser bella hay que sufrir?, como si sufrimiento y belleza tuvieran que ir juntas y pues no es así, entonces me sometí a dolorosas sesiones de depilación, con cera, con cremas, con máquinas depiladoras, con luz pulsada, ¡ja! de haber sabido que con la edad me quedaría sin vello no lo hubiera hecho.
También me sometí a dolorosos masajes disque para la flacidez, para la grasa localizada, extenuantes sesiones en el gimnasio y qué decir de lo que me ha sucedido mental y emocionalmente, todo para que mi cuerpo luzca bello y cubra expectativas ajenas, pero creí que eran mías.
¡Ah! Se me olvida el hambre, toda el hambre que he pasado, y la comida que no había disfrutado; vaya, ahora a mi edad me doy cuenta de que los tacos con doble tortilla saben mucho mejor que cuando me los comía con una sola tortilla, me doy cuenta también de que puedo estar sin hacer ejercicio varios días y eso no se traduce en una tortura mental de culpa y vergüenza, también que puedo estar sin maquillaje, sin depilarme, sin usar brasier, sin usar tacones y todo eso no me hace menos bella.
Llevo varios años tratando de descubrir cómo me siento bella, no cómo me dicen que luzco bella, entre mis descubrimientos está que sentirme cómoda me hace sentir bonita, también comer por placer incrementa mi alegría y eso me hace sentir guapa, que puedo desnudarme y sentir deseo y placer en lugar de vergüenza, además disfruto mi cuerpo más allá de la vista. Con todo esto he encontrado maneras divertidas de vestir y ¡mmmh! de gozar en la cama.
Me siento libre cuando no tengo que verme de tal o cual manera, no digo que es fácil, a veces no me gusto y quiero adelgazar a marchas forzadas, me quiero teñir el cabello y lucir más joven, ¿por qué no? eso también sería una decisión, pero al acordarme de lo que implica pues ya no le doy pa´delante.
Desde que mi mechón de canas comenzó a salir, decidí no teñirlo, unas personas me dicen que luzco más vieja, otras más bella, otras más sabia, otras que me veo descuidada, no sé cuál sea la vista de los demás, lo que sí sé es que así me siento yo misma y no sé si eso sea bello o no, pero soy yo y lo que he construido de mí me gusta la mayor parte del tiempo.
Procuro también mucho el autocuidado, aunque luego me falla, pero ya no siento culpa cuando no es como debería de ser. Ojalá nos enseñaran a querernos y a sentirnos bellas sin necesidad de torturas físicas o mentales, a acompañarnos con amor en el paso del tiempo, a no querer aparentar lo que no somos, hoy puedo decir que tengo 38 años, tengo grandes logros, una piel que me hace sentir caricias tan ricas, también estrías, rollos, celulitis, un color moreno sabrosón, unas canas rebeldes igual que yo y unas ganas de gozar con cada centímetro de cuerpo placer que pa´ qué les cuento.
Y tú ¿Cómo vives, habitas tu cuerpo? ¿Lo disfrutas durante el sexo?
Recuerden que les escribiré pronto. Ciao
