Juegos eróticos

Se pueden añadir retos o castigos, siempre y cuando estos sean tolerables para que no nos traigan posteriores disgustos con la pareja.

Probablemente el juego más conocido es el de los disfraces de profesiones u oficios, como de doctor o enfermera, plomero, repartidor de pizza, piloto aviador o sobrecargo. O por qué no, quién nos impide llevar a la cama a un héroe o heroína de película ¿Quién no tendría una fantasía con el Capitán América o la Viuda Negra?

Otra forma de erotismo mutuo es poner una venda en los ojos a alguno de los dos para el que sí ve unte en su pareja aceites, cremas, alimentos; talvez pasar sutilmente un hielo por todo el cuerpo de quien está a ciegas, cuidando de no quemar la piel, se abra paso a muchas más sensaciones.

Compartir las fantasías que alguna vez se han tenido de lugares o situaciones ayuda incluso para conocerse más. Simular tener relaciones en el trabajo, el cine, un parque, un auto en vía pública o en plena calle en París o Nueva York, es algo que se logra con un cómplice, la atmósfera adecuada (aunque sea en una habitación), con mucha imaginación y sin el peligro de ser atrapados.

Escondan juguetes sexuales o masajeadores en varias partes de la casa, quien encuentre primero un objeto que el otro ocultó, podrá usarlo con su pareja por un tiempo determinado para entonces cambiar de rol. Juega y diviértete.